10 ejemplos reales de Neuromarketing para que tú también los apliques
El neuromarketing se ha convertido en una herramienta clave para entender cómo decide el consumidor. Pero ¿qué es realmente el neuromarketing y cómo lo aplican las empresas en su día a día? En este artículo veremos qué significa y ejemplos concretos de marcas que lo utilizan con éxito y que tu puedes aprovechar.
Y si quieres profundizar, en mi libro Neurociencia Empresarial encontrarás más casos prácticos aplicados al mundo real.
¿Qué es Neuromarketing?
Esta disciplina explica, desde lo profundo del funcionamiento del cerebro de los consumidores, sus actitudes, emociones, preferencias, impulsos y comportamientos para aplicarlos en el marketing, lo cuál es especialmente relevante para la toma de decisiones en cuanto a la comunicación.
Cuando hablamos de comunicación en marketing nos referimos a todos sus aspectos: publicidad, imagen de marca, eventos, etc.
En todos ellos tiene algo que aportar el Neuromarketing. Por ejemplo, en publicidad, con las técnicas biométricas tales como «Eye Tracking», EEG o GSR, podemos saber qué spot publicitario despertará mayor atención, en qué parte y cuál es el impacto emocional en el espectador. De esta forma, podremos mejorar una publicidad o elegir cual de las opciones o variantes del spot serán más efectivas.
Puedes aprender mucho más de como son y cómo se utilizan las técnicas biométricas de neuromarketing aquí: Guía práctica de Tecnologías de Neuromarketing
En este punto se podría pensar que esto ya se podía hacer con el marketing tradicional. Para el caso de la publicidad que comentábamos más arriba, con el marketing tradicional habríamos planteado una investigación a través de un cuestionario. El participante solo tiene que opinar sobre los puntos que se le pregunten. Sin embargo, la opinión expresa de una persona, no siempre coincide o es coherente con sus comportamientos posteriores. ¿Por qué sucedo esto?
El «extra» del Neuromarketing
La explicación a esta diferencia entre lo que decimos y lo que hacemos es que nuestras opiniones, ideas o pensamientos, pasan por muchos «filtros mentales» antes de expresarnos externamente. Al expresarnos, de forma no consciente (salvo que se mienta a propósito) exageramos, obviamos, olvidamos, interpretamos o recreamos parte de los hechos. Esto es fácil de observar en cualquier interacción en la vida diaria.
Con experimentos de Neuromarketing se ha podido comprobar muchas veces que opiniones positivas o negativas sobre algún producto luego no se reflejan en la realidad de las ventas. De la misma forma, se ha demostrado que técnicas biométricas de Neuromarketing son mucho mejores predictoras de ventas que una encuesta de opinión, focus group u otras técnicas tradicionales.
(Amplía conceptos en esta Publicación de Harvard)
10 casos reales de Neuromarketing aplicado
1. Coca-Cola vs. Pepsi: la marca gana al sabor
Un estudio de fMRI demostró que, en catas a ciegas, muchos preferían Pepsi. Pero cuando se mostraba la marca, el cerebro activaba más áreas de placer con Coca-Cola. El mensaje es claro: el poder de la marca puede ser más fuerte que la experiencia sensorial.
👉 En tu empresa: invierte en construir marca, porque tu valor percibido puede superar al producto en sí.
2. IKEA: el “laberinto” que vende más
IKEA diseña sus tiendas como un recorrido controlado. Sus estudios mostraron que al aumentar el tiempo dentro de la tienda, el cerebro se expone a más estímulos y compra impulsivamente.
👉 En tu negocio: diseña recorridos y entornos que faciliten la exposición a tus productos.
3. Campbell’s Soup: rediseño de envases
Con técnicas de eye-tracking y respuesta galvánica, Campbell’s descubrió que su famosa cucharita en la etiqueta no generaba emoción. La quitaron, cambiaron colores y tipografía, y consiguieron un diseño más persuasivo.
👉 Clave: los pequeños detalles visuales cambian la respuesta emocional.
4. Hyundai: coches con diseño “cerebral”
La marca surcoreana analizó la actividad cerebral de consumidores al observar diferentes prototipos. Los datos sirvieron para elegir el diseño más atractivo, incluso antes de salir al mercado.
👉 Aprendizaje: antes de lanzar un producto, prueba cómo se percibe, no solo cómo funciona.
5. Frito-Lay: del brillo a lo mate
En estudios con mujeres, descubrieron que los envases brillantes activaban la culpa. Cambiaron a bolsas mate y mensajes de snacks “más naturales”. Resultado: mejor aceptación y aumento de ventas.
👉 Lección: los envases también comunican emociones, no solo información.
6. Microsoft: anuncios con más atención
La compañía usó EEG para analizar cómo reaccionaba el cerebro frente a anuncios de Xbox y Windows. Identificaron las escenas que generaban más engagement y reestructuraron sus spots.
👉 Estrategia: mide qué parte de tu mensaje retiene la atención y ajusta lo demás.
7. PayPal: rapidez y seguridad venden
Los estudios mostraron que los mensajes de “rapidez” y “seguridad” activaban más el sistema de recompensa que los de “conveniencia”. Ajustaron toda su comunicación en torno a esas palabras clave.
👉 Moraleja: no todos los beneficios pesan igual en el cerebro del cliente.
8. Starbucks: experiencia multisensorial
La marca sabe que no vende solo café. Usó neuromarketing para comprobar cómo aromas, música y luz influyen en la fidelidad. Descubrieron que una experiencia coherente hace que los clientes estén dispuestos a pagar más.
👉 Aplicación: crea una atmósfera que active los sentidos de tus clientes.
9. Disney: emociones calibradas
Disney usa biometría y análisis facial para ver en qué momentos los niños ríen, se asustan o se emocionan. Con esos datos ajustan escenas y experiencias en parques.
👉 Reflexión: conocer la emoción exacta que quieres provocar puede marcar la diferencia.
10. Google: el azul millonario
En 2009, Google probó más de 40 tonos de azul en los enlaces y botones de Gmail y sus anuncios. Descubrió cuáles generaban más clics y aumentó los ingresos en decenas de millones de dólares.
👉 Recuerda: un simple color puede cambiar la decisión de compra.
Conclusión: ¿qué nos enseñan estos casos?
Estos ejemplos muestran que el neuromarketing no es manipulación, sino comprensión del cliente a nivel profundo. Empresas líderes lo usan para diseñar experiencias que conecten mejor con la mente y las emociones.
En mi libro Neurociencia Empresarial: potencie los negocios y organizaciones con la ciencia del cerebro comparto no solo más casos reales, sino también herramientas prácticas para aplicar estos conocimientos en marketing, liderazgo, ventas y comunicación.
También puedes descargar la Guía gratuita: "10 claves de la neurociencia empresarial”

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