Neuromarketing y Vino: el arte de conquistar los sentidos y emociones en cada copa

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El vino no es solo una bebida; es una experiencia que despierta nuestros sentidos y emociones. Desde el aroma hasta la textura y el color, cada detalle puede influir en la decisión de compra, y aquí es donde entra el neuromarketing.  Ahora bien, ¿cómo aplicamos todo esto a la comercialización de algo tan especial como el vino? Aquí te lo cuento de manera sencilla, y con algunos ejemplos y recomendaciones prácticas para que entiendas cómo esta ciencia puede hacer que los amantes del vino lo disfruten aún más (y compren más, claro).


El Neuromarketing

El neuromarketing es una herramienta que estudia cómo el cerebro de los consumidores reacciona ante diferentes estímulos. A través de esta disciplina, se pueden diseñar estrategias que aprovechen los mecanismos de decisión inconscientes que todos tenemos. 

¿Sabías que más del 90% de nuestras decisiones de compra se toman de manera inconsciente? Pues sí, el neuromarketing estudia esas respuestas automáticas, conectadas a nuestras emociones y procesos fisiológicos, para influir en la manera en que percibimos los productos, en este caso, el vino.


¿Cómo responde el cerebro al vino?

Cuando hablamos de vinos, no se trata solo de la etiqueta, el sabor o el precio. Hay una "montaña rusa" de reacciones emocionales y sensoriales involucradas en el momento en que alguien decide comprar una botella o escoger una copa.

El vino es un producto que activa muchas áreas del cerebro al mismo tiempo. Cuando alguien elige una botella de vino, lo hace por una combinación de factores visuales, olfativos, gustativos y emocionales. Hay tres áreas clave que el neuromarketing tiene en cuenta y algunos de los procesos mentales y neurofisiológicos que se ponen en marcha:


Areas clave

1. La corteza prefrontal: Es donde se toman las decisiones conscientes, pero también donde procesamos o filtramos nuestras emociones. Por ejemplo, cuando un vino nos recuerda a una experiencia agradable (una cena especial o un brindis con amigos), estamos más inclinados a comprarlo.

   

2. El sistema límbico: Este es el centro de las emociones. Un buen diseño de etiqueta, una botella que evoque exclusividad o un buen storytelling detrás de la marca pueden activar este sistema. Las historias personales, como “nuestros viñedos son sostenibles” o “este vino está hecho con amor por familias locales”, llegan directo a esta parte emocional del cerebro.

   

3. Los sentidos y el cerebro reptiliano: Este es el cerebro más primitivo y el que reacciona ante estímulos básicos. Los colores de la etiqueta, el tacto de la botella o el sonido del corcho al abrir la botella, activan respuestas inmediatas que nos generan placer o aversión.


Procesos clave

1. La percepción sensorial: Antes de probar el vino, ya estamos recibiendo información importante con la vista (color, etiqueta, presentación), el olfato (aromas) y el tacto (peso de la botella, textura). Todo esto crea expectativas en nuestro cerebro y puede influir directamente en cómo percibimos el sabor más adelante. Un vino con una etiqueta bien diseñada y un aroma envolvente puede sentirse más sabroso, incluso si no es el mejor en términos de calidad objetiva.


2. El procesamiento emocional: El vino, a menudo, está asociado con momentos de celebración, relajación o disfrute. Cuando alguien ve una botella de vino, especialmente una marca conocida, su cerebro puede evocar recuerdos y emociones pasadas, lo que incrementa las posibilidades de compra. Aquí el marketing emocional juega un papel clave, utilizando mensajes e imágenes que conecten con esas sensaciones placenteras.


3. La toma de decisiones inconscientes: La mayoría de las decisiones de compra no se hacen de manera racional, sino que son automáticas e inconscientes. Nuestro cerebro toma atajos para decidir qué comprar. Por ejemplo, si una botella de vino está en una estantería a la altura de los ojos, es más probable que la compres. El neuromarketing estudia cómo podemos aprovechar estos “trucos” naturales del cerebro para guiar la elección del consumidor sin que este se dé cuenta.


Ejemplos y recomendaciones del neuromarketing aplicado al vino


Para aplicar el neuromarketing al marketing del vino, hay varios caminos interesantes que puedes tomar, y todos ellos se centran en maximizar el impacto en los sentidos y las emociones de los consumidores.


1. El Poder de la Etiqueta y el Diseño

El diseño de la etiqueta de una botella es crucial, porque es el primer contacto visual que tiene el cliente con tu vino. Los estudios de neuromarketing muestran que los colores y formas pueden activar diferentes emociones. Por ejemplo:

   - Colores oscuros y dorados dan una sensación de lujo y exclusividad, mientras que los tonos más naturales y tierra (como verdes y marrones) suelen asociarse con vinos orgánicos o sostenibles.

   - Minimalismo en el diseño también puede ser poderoso, ya que transmite elegancia y calidad sin necesidad de demasiada información.

Recomendación: Prueba con etiquetas que cuenten una historia visual sencilla pero atractiva. Puedes utilizar imágenes que evoquen la tradición o modernidad, según el público objetivo.


2. El Olfato: más allá de la degustación

El olfato es uno de los sentidos más poderosos, y está directamente conectado al sistema límbico, el encargado de nuestras emociones. Cuando los consumidores huelen un vino, se activan recuerdos y sensaciones profundas. El aroma correcto puede ser lo que haga que alguien prefiera un vino sobre otro, aunque no pueda explicar por qué.

Recomendación: Cuando ofrezcas catas o promociones, asegúrate de que el ambiente refuerce los aromas del vino. Incluso podrías difundir sutilmente aromas similares al del vino en el espacio de venta, para preparar el cerebro del cliente.


3. El Sonido del Placer

Curiosamente, el sonido también juega un papel importante en la experiencia de compra y consumo. ¿Quién no ama el sonido de una botella de vino siendo descorchada? Esa explosión sutil, el chorro de vino cayendo en una copa… ¡es música para los oídos!

Recomendación: Si tienes una tienda o participas en ferias de vinos, asegúrate de que los clientes experimenten estos sonidos. Incluso podrías crear una experiencia multisensorial en tus campañas online, donde el sonido del descorche acompañe a la imagen del producto.


4. Storytelling Emocional

Las historias emocionan y conectan, y eso no es diferente en el mundo del vino. A través del neuromarketing, sabemos que las historias activan múltiples partes del cerebro, desde las emociones hasta la lógica. Hablar de la historia familiar detrás del vino, de la sostenibilidad de los viñedos, o de los premios ganados, puede generar una respuesta emocional en el cliente, que lo vincule con tu marca.

Recomendación: Crea un storytelling potente para tu vino. No te limites a hablar de notas de sabor, sino a qué emociones evoca o qué momentos especiales se viven al disfrutar de ese vino. Incluso podrías utilizar personajes o historias en las etiquetas para crear una narrativa visual.


5. Ambientación en el punto de venta

La música, la iluminación y hasta los aromas del lugar donde se vende el vino pueden influir en las decisiones de compra. Se ha demostrado que la música suave y relajante, como jazz o clásica, hace que la gente esté más dispuesta a comprar vinos más caros, ya que crea una atmósfera de sofisticación.

Recomendación:Si tienes una tienda o restaurante donde vendes vinos, prueba ajustar la iluminación y poner música ambiental. ¡Ojo! No pongas música muy movida, ya que eso puede hacer que las personas comprendan rápido y elijan lo más barato.


6. Degustaciones y experiencias sensoriales

Las degustaciones son una manera excelente de aplicar neuromarketing en la comercialización del vino. Cuando una persona prueba el vino en un ambiente agradable, con buena música, iluminación cálida y una buena presentación, sus sentidos están en el punto ideal para percibir el producto de manera positiva.

Recomendación: Ofrece degustaciones en un ambiente acogedor y tranquilo, con una breve explicación sobre las características del vino, sus aromas y sabores. Cuanto más activos y mayor número de sentidos participen es más probable es que compren.


Ejemplos de Neuromarketing en Vinos

Estas marcas, como muchas otras, han demostrado cómo el neuromarketing puede transformar la percepción del vino en algo más que un producto, haciéndolo parte de una experiencia sensorial y emocional memorable.


1. Bodega Ramón Bilbao

Esta bodega española ha implementado varias estrategias de neuromarketing, como catas multisensoriales. Han desarrollado experiencias donde se combina la degustación de vino con otros estímulos sensoriales, como música, iluminación y aromas complementarios. El objetivo es generar un ambiente que intensifique las emociones y haga que el consumidor perciba el vino de una manera más profunda y memorable. Esta técnica busca que los asistentes asocien los vinos de Ramón Bilbao con sensaciones agradables y únicas, activando emociones que los fidel.

2. Vivanco

Otra bodega española que ha usado el neuromarketing es Vivanco en la creación del Museo Vivanco de la Cultura del Vino, vinculando así el vino con el aspecto emocional que implica la cultura.

3. Campo Viejo

Campo Viejo, una marca internacionalmente conocida de vino de Rioja, ha apostado por experiencias multisensoriales y eventos en diferentes países, como el proyecto "Streets of Spain", donde se combinaban catas de vino con experiencias gastronómicas y artísticas. Durante estos eventos, se jugaba con la luz, la música y los sabores para intensificar la experiencia sensorial, buscando una conexión emocional más fuerte con los asistentes. Estas experiencias activan tanto el sistema límbico como el cerebro reptiliano, reforzando la decisión de compra a través del placer.

4. Veuve Clicquot

Aunque es más conocida por sus champagnes, Veuve Clicquot también es un gran ejemplo de cómo usar el neuromarketing. La marca utiliza el color amarillo brillante en su etiqueta, lo que activa áreas del cerebro asociadas con la energía y el optimismo. Además, Veuve Clicquot ha creado experiencias de marca exclusivas, como eventos de lujo y catas privadas, que apelan directamente a las emociones de exclusividad y prestigio en sus consumidores, activando la corteza prefrontal y el sistema límbico.

5. Vino Descalzo

Barefoot Wine, una marca californiana más accesible y juvenil, ha utilizado el storytelling para conectarse emocionalmente con su audiencia. Han adoptado una narrativa cercana y relajada, posicionando sus vinos como el acompañante perfecto para momentos informales, lo que hace que los consumidores asocien la marca con momentos agradables, cotidianos y sociales. También han hecho uso de marketing sensorial.en incluso

6. Franz Keller (Alemania)

Esta bodega alemana trabaja con estrategias de neuromarketing digital .


Conclusión

El neuromarketing es una herramienta poderosa que puede ayudarte a conectar de manera más profunda con los consumidores de vino. Al aprovechar las respuestas emocionales y sensoriales, puedes crear una experiencia única alrededor de tu producto, que no solo se recuerde, sino que inspire compras repetidas. 

Desde el diseño de la etiqueta hasta el aroma y el storytelling, todo puede influir en cómo el cerebro del consumidor reacciona ante tu vino. Así que, la próxima vez que quieras lanzar un vino al mercado, piensa en cómo puedes conquistar los sentidos y el corazón de tus clientes antes de que tomen su decisión final. ¡Salud!

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