Los experimentos más peligrosos y extraños de la Neurociencia

La historia de la neurociencia —como la de muchas otras disciplinas— tiene episodios oscuros y experimentos que hoy se considerarían completamente inaceptables desde el punto de vista ético. En este artículo te resumo algunos de los más absurdos, peligrosos o dañinos. 

Aunque no es difícil intuir de qué se trata esta disciplina de la neurociencia, conviene que empecemos por una breve descripción, sin entrar en aspectos muy técnicos.

¿Qué es la neurociencia?

La neurociencia es la disciplina científica que estudia el sistema nervioso, especialmente el cerebro, con el objetivo de comprender cómo se generan los procesos mentales, emocionales y conductuales. Abarca desde el análisis molecular de neuronas hasta el estudio de funciones complejas como la memoria, la toma de decisiones o la conciencia.

Su alcance es interdisciplinario: combina biología, medicina, psicología, computación, química, física y filosofía. Esto le permite abordar preguntas sobre la salud mental, el aprendizaje, las adicciones, el envejecimiento cerebral, y también desarrollar tecnologías como interfaces cerebro-computadora, tratamientos para enfermedades neurológicas o incluso estudiar comportamientos para aplicarlos en el ámbito empresarial, tales como: neuromarketing, neuroliderazgo, neuromanagement o neurofinanzas.

En la actualidad, la neurociencia no solo busca entender el cerebro, sino también intervenir sobre él, lo que plantea desafíos éticos, sociales y políticos de gran relevancia.

Experimentos en la historia de la neurociencia absurdos o peligrosos

A través de la historia seguramente ha habido una enorme cantidad de experimentos absurdos o peligrosos. Y de muchos de ellos no nos habremos enterado. He seleccionado los más notorios que se conocen. Aquí van:

1. La lobotomía prefrontal (Walter Freeman)

• Contexto: A mediados del siglo XX, la lobotomía se popularizó como tratamiento para enfermedades mentales graves.

• Freeman: Neurologista estadounidense que promovió y practicó más de 3,500 lobotomías, muchas de ellas usando un picahielos introducido por la cuenca ocular.

• Resultados: Daños irreversibles a la personalidad, emociones y capacidades cognitivas. Algunas personas murieron o quedaron en estado vegetativo.

• Lo absurdo: Freeman realizaba lobotomías en demostraciones públicas y se enorgullecía de su velocidad. Incluso hizo una gira llamada lobotomobile.

2. El experimento de José Delgado (control remoto del cerebro)

• Años 60. Delgado, neurofisiólogo español, implantó electrodos en cerebros de animales (y en algunos humanos con epilepsia).

• Experimento famoso: Implantó un “stimoceiver” en un toro y lo detuvo en seco con un control remoto mientras lo embestía.

• Lo problemático: Aunque aparentemente inofensivo, planteaba un panorama de control mental que fue explotado mediáticamente como si se pudiera manipular el libre albedrío.

• Crítica: Aunque algunos estudios fueron terapéuticos, otros rozaban la manipulación conductual sin suficiente consentimiento informado.

3. Los experimentos con LSD de la CIA (Proyecto MK-Ultra)

• Décadas de 1950 y 60. La CIA patrocinó investigaciones sobre control mental usando drogas psicodélicas, principalmente LSD.

• Lo grave: Se administró LSD a sujetos sin su conocimiento ni consentimiento, incluidos presos, pacientes psiquiátricos y ciudadanos comunes.

• Efectos: Crisis psicóticas, suicidios, traumas. Un caso famoso fue el de Frank Olson, un científico que murió tras recibir LSD sin saberlo.

• Impacto ético: Contribuyó a la creación de protocolos más estrictos sobre consentimiento informado.

4. El caso de Henry Molaison (H.M.)

• 1953. William Scoville realizó una cirugía experimental para tratar la epilepsia de H.M., extirpándole partes del lóbulo temporal medial, incluyendo el hipocampo.

• Resultado: Henry quedó incapaz de formar nuevos recuerdos (amnesia anterógrada severa).

• Lo problemático: Aunque el caso fue clave para entender la memoria, la cirugía fue radical, mal comprendida en ese momento y sin precedentes claros en humanos.

5. Estudios de privación sensorial extrema

• 1950s-1960s. Investigadores como Donald Hebb en Canadá sometieron a voluntarios a aislamiento sensorial total.

• Efectos: Alucinaciones, ansiedad extrema, deterioro cognitivo temporal.

• Lo dudoso: Aunque algunos firmaban formularios de consentimiento, no se comprendía plenamente el daño psicológico potencial.

6. Experimentos soviéticos con neurocirugía y condicionamiento

• Durante la Guerra Fría, hubo investigaciones en la URSS sobre manipulación del comportamiento a través de cirugía cerebral y condicionamiento pavloviano extremo.

• Aunque se sabe poco por el secretismo, informes desclasificados indican prácticas invasivas sin consentimiento, muchas con fines de control político o militar.

¿Y actualmente?

Aunque hoy en día existen comités éticos, protocolos de consentimiento informado y regulaciones mucho más estrictas, todavía hay casos recientes de estudios en neurociencia que han generado controversia por ser peligrosos, éticamente dudosos o socialmente dañinos. Aquí algunos ejemplos:

1. Estimulación cerebral profunda en pacientes psiquiátricos sin suficiente evidencia

• Qué pasó: En la última década, se han realizado ensayos clínicos de estimulación cerebral profunda (DBS) en pacientes con depresión resistente, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y anorexia.

• Controversia: Algunos estudios han sido criticados por:

  • Realizarse con un número muy bajo de participantes.

  • Resultados inconsistentes o poco reproducibles.

  • Uso en pacientes extremadamente vulnerables, en ocasiones sin alternativas ni opción real de negar su participación.

• Ejemplo: En 2013, un estudio de DBS en pacientes con anorexia en Canadá recibió críticas porque los participantes estaban en estado crítico, y el consentimiento pudo no haber sido libre de coerción.

2. Interfaces cerebro-computadora invasivas sin validación ética robusta

• Contexto: Empresas como Neuralink de Elon Musk han propuesto y comenzado pruebas en humanos con implantes cerebrales que permiten la interacción directa con computadoras.

• Controversia reciente:

  • En 2024, Neuralink implantó su primer dispositivo en un humano. Aunque el paciente mostró cierto control de un cursor, hubo reportes de que algunos electrodos dejaron de funcionar por movimiento del implante.

  • Críticas incluyen:

    • Uso de lenguaje promocional sin suficiente evidencia científica.

    • Opacidad en la publicación de resultados.

    • Preocupación por la explotación comercial prematura y la manipulación de personas discapacitadas con promesas poco realistas.

3. Neuromarketing encubierto y manipulación conductual

• Qué pasa: Empresas usan EEG, seguimiento ocular y fMRI para estudiar la atención, emoción y toma de decisiones en consumidores.

• Peligro ético: Algunas compañías han comenzado a usar estos datos para ajustar campañas publicitarias de forma que exploten vulnerabilidades cognitivas, especialmente en niños o personas con déficits de atención.

• Ejemplo reciente: Un escándalo en 2021 en China implicó a una empresa que monitorizaba la actividad cerebral de estudiantes en tiempo real durante las clases (con bandas EEG), lo que generó una reacción pública enorme por invasión a la privacidad y presión psicológica.

4. Investigaciones con resonancia funcional (fMRI) de "lectura mental"

• Contexto: Se han publicado estudios donde se utiliza fMRI + IA para "reconstruir" imágenes mentales o pensamientos (como en estudios de 2023 en Japón y EE.UU.).

• Problema ético: Aunque científicamente impresionantes, generan preocupaciones sobre:

  • Lectura de pensamientos sin consentimiento (por ejemplo, en entornos laborales o legales).

  • Falsos positivos que podrían usarse para discriminar o manipular.

• Lo reciente: Un estudio en 2023 logró reconstruir imágenes mentales básicas con IA entrenada en escáneres cerebrales, desatando debates sobre el "neuroderecho a la privacidad mental".

5. Uso militar de neurotecnología

• Ejemplo: En EE.UU. y China se han financiado proyectos para mejorar el rendimiento cognitivo de soldados, usando estimulación transcraneal (tDCS), neurofeedback y fármacos que alteran la atención o el miedo.

• Peligro: Si bien algunos ensayos son voluntarios, hay riesgo de coerción en entornos jerárquicos y militares. Además, el uso de tecnologías para suprimir emociones o aumentar agresividad puede tener consecuencias psicológicas profundas y duraderas.

¿Y en el futuro? ¿Qué se está haciendo frente a los riesgos?

Los avances en neurociencia y neurotecnología están abriendo posibilidades increíbles —desde tratar enfermedades hasta expandir las capacidades humanas—, pero también plantean peligros éticos, sociales y políticos muy serios. 

Las amenazas son muchas, pero me animo a sintetizarlas en una central de la que practicamente partirían las demás: Pérdida de privacidad mental.

Qué está pasando:

• Tecnologías como EEG portátiles, fMRI avanzadas y algoritmos de IA están empezando a decodificar pensamientos, emociones y recuerdos.

• Empresas y gobiernos podrían usar estos datos para:

  • Predecir comportamientos.

  • Manipular decisiones (publicidad, elecciones).

  • Detectar pensamientos "no deseados" (por ejemplo, en regímenes autoritarios).

Riesgo: Que tu actividad cerebral sea tratada como un dato más —como una cookie o un historial de navegación—, cuando en realidad es la base de tu identidad. ¡Y corres riesgo de perderla!

Ejemplo: Estudios ya han reconstruido imágenes mentales o identificado patrones cerebrales asociados a preferencias políticas, orientación sexual o recuerdos traumáticos.

¿Qué se está haciendo?

En países como Chile, ya se han propuesto "neuroderechos" constitucionales, como el derecho a la identidad mental, la protección de datos cerebrales y la integridad neuropsicológica. En la ONU, se discute incluir estos derechos en tratados de derechos humanos. Pero las preguntas que quedan son: ¿Serán suficientes y efectivos? ¿Llegarán a tiempo?

Dime que piensas de todo esto en los comentarios. ¿Te interesaría conocer algún tema más profundamente?

¿Te animas a conocer más o ver tu situación desde otro ángulo? Escríbeme para una sesión online: una mirada externa puede darte ideas frescas y prácticas.