Así fue como escribí un libro sobre Neurociencia Empresarial
Hace ya varios años, tratando de entender lo que profundamente determina nuestros comportamientos como consumidores y dentro de las organizaciones, comencé a explorar el maravilloso mundo de nuestro cerebro.
Quisiera compartir una breve historia de cómo llegué a ello. Estoy convencido
que más de uno se sentirá identificado, en gran medida, con la necesidad de
comenzar también este camino.
Llevo toda una vida profesional dedicada
al mundo de los negocios y las organizaciones. Mi formación como ingeniero me
valió enormemente, como consultor de empresas, para buscar siempre los métodos
y modelos que hicieran más productivos, eficientes u óptimos mis negocios o los
de mis clientes,
Esta inquietud me llevó a crear un
método, DS3 o Modelo Dimensional, que expuse en un libro llamado «10 pasos para
aumentar su rentabilidad» (2008, ed. Díaz de Santos), que buscó hacer un aporte
para mejorar las organizaciones, siempre desde el punto de vista práctico y
metódico que venía acompañando mi labor.
Sin embargo, con la experiencia y los
años fui siendo cada vez más consciente que, finalmente, ningún método o
sistema para una organización, por muy bueno que sea, funciona bien si las
personas implicadas no tienen actitudes, y en consecuencia motivaciones y
comportamientos, enfocados al proyecto de mejora o solución de problemas.
Así es como comencé a trabajar más
orientado, con la ayuda de la psicología y sociología, al aspecto humano. No
obstante, notaba que no terminaba de llegar al fondo de muchas cuestiones. ¿Por
qué determinados comportamientos de las personas dentro de los proyectos? ¿Cómo
funciona la organización en sus redes más íntimas?
¿Por qué algunos intentos comerciales
prosperaban y otros no, más allá de las explicaciones aparentemente lógicas y
racionales? ¿Cómo y por qué toman decisiones los líderes? ¿Cómo y por qué los
consumidores eligen una marca, producto o servicio?
Cada vez que intentaba profundizar
llegaba invariablemente a nuestra gran «caja negra», el cerebro. Me di cuenta
que no se pueden explicar muchos comportamientos si no se hace una tarea de
metacognición, entendiendo antes cómo funciona este maravilloso órgano que rige
nuestras vidas.
En esta etapa de mi camino, la
Neurociencia apareció con fuerza, ampliando lo que hasta el momento intentaba
explicar la psicología, la antropología o la sociología sobre nuestros
comportamientos. Y me sumergí en ella.
Por supuesto que no encontré todas las
respuestas. Es más, lo que encontré fueron aún más preguntas. No obstante, me
desembaracé de muchas recetas, que podían ser más o menos efectivas, llegando al
por qué de muchas cosas y así tener más capacidad y flexibilidad en la toma de
decisiones.
Estimado lector, espero que, como a mí,
los conocimientos que he recopilado y organizado en este libro le sirvan para
abrir su mente al inmenso y apasionante mundo de la neurociencia aplicada a los
negocios y organizaciones.
En Amazon podrás encontrar el libro: NEUROCIENCIA EMPRESARIAL
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